Hace tres años y dos meses en el colegio Friedrich Naumann maestros, estudiantes y padres de familia recibiamos con alborozo la noticia del inicio de la construcciòn de nuestro nueva planta fìsica. Empacamos maletas con prontitud y partimos hacia el sitio transitorio donde estariamos ubicados mientras se desarrollaba la construcciòn de la obra. Que lejos estabamos de imaginarnos el viacrusis que iniciariamos a partir de entonces, recluidos practicamente en unas instalaciones màs parecidas a una carcel de pueblo que a un centro educativo. Asumimos con paciencia y sacrificio estas condiciones, con la promesa hecha entonces de que todo serìa por un año y medio màximo. Pronto llegaron los inconvenientes que generan las condiciones de desplazamiento y hacinamiento de una comunidad educativa: violencia intraescolar, desapego, desmotivaciòn, deserciòn, enfermedades en maestros y estudiantes, drogadicciòn, inseguridad , etc. 2008 termino e iniciamos 2009 con ilusiòn pero la realidad de la problemàtica nos cobijo muy temprano ese año y hacia mediados fue imposible ya mantener la situaciòn. Fue entonces cuando algunos alumnos aprovecharon uno de esos viajes que hacen las autoridades a las localidades y trajeron al mismo alcalde para que evidenciara la cruda verdad de nuestro colegio. Gracias a esto a finales de 2009 nos ubicaron en unas bodegas del sector , que aunque mejoraron algunos aspectos como espacio y ventilaciòn , no logran aùn dar las condiciones mìnimas que se requieren. Este año y apesar que la obra està terminada en cuanto al colegio en sì, continuan las promesas y ahora se nos dice que probablemente despuès de semana santa nos iremos. Las cajas continuan empacadas con todo el inventario a la espera de la orden de regresar por fin a nuestra casa y nosostros continuamos preguntandonos : ¿ serà que ahora sì? ¿podremos parafrasear entonces nuestro himno nacional, " cesò la horrible noche?
Hernando Amaya
Colegio Friedrich Naumann
Hernando Amaya
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